Hoy nuestra entrada trata acerca del Challenge test: prueba de eficacia de un conservante en cosmética. Uno de los grandes enemigos de un producto cosmético es la contaminación microbiológica, y es por eso que, para que un producto salga al mercado debe pasar un control para que cumpla con los requisitos de carga microbiológica.
Producto cosmético contaminado por ausencia de conservante
Pero, ¿cómo evitamos que crezcan? Ahí entran en juego los conservantes, sustancias que se incluyen en la formulación para protegerla de que algún microorganismo pueda crecer.
Vale, pongo el conservante y, ¿ya está? pues todavía nos falta un pequeño chequeo, una puesta a punto antes de tener el producto listo. Aunque se tiene mucha información del proveedor del conservante en cuanto a dosis efectiva, además de dosis máximas determinadas en el Reglamento 1223/2009, hay tantísimos conservantes, algunos PH dependientes, otros se inactivan en presencia de temperatura, etcétera. Debemos estudiar si el conservante está actuando en ese cosmético en concreto. Es aquí donde entra en juego el Challenge test.
El Challenge test o prueba de exposición se trata de una contaminación artificial del cosmético para ver cómo el conservante actúa contra ésta. Durante aproximadamente un mes, se realizan lecturas para ver cómo esa contaminación se disminuye y no va a más.
Así verificamos que ese conservante es el idóneo y protegerá al producto de una contaminación. Este estudio debe ser obligatorio para todo producto que salga al mercado.
¿Habíais oído hablar alguna vez del concepto Challenge test: prueba de eficacia de un conservante? ¿Qué opinión tenéis al respecto? Os leemos en comentarios.